jueves, 20 de noviembre de 2014

Terapia Gestalt

Introducción
           
     En el desarrollo de este trabajo se abarcarán distintos temas que derivan de la corriente psicológica denominada como terapia Gestalt que fue creada por Friedrich Salomon Perls, más conocido como Fritz Perls, y su esposa Laura Posner alrededor de 1940.
     Fritz Perls nació el 8 de julio de 1893 en Berlín, Alemania, fue médico neuropsiquiatra y psicoanalista. Abandonó Alemania y viajo a Estados Unidos y se dio cuenta de que el psicoanálisis freudiano proporcionaba conocimientos teóricos, pero que eso no era suficiente para tratar las distintas problemáticas que se presentaban en sus pacientes, estas y otras discrepancias hicieron que desarrollara propuestas de trabajo terapéutico que fue dando origen a la terapia de la Gestalt.
     Dio un nuevo rumbo a la psicología humana en la terapia Gestalt. Pensaba que la vida era una gran Gestalt, que ésta es algo que pertenece y se encuentra en la naturaleza, que siempre se encuentra en movimiento, que el organismo tiene la capacidad de autorregularse obedeciendo a una Gestalt. Un proceso completo de una Gestalt se inicia con una necesidad, sigue con la toma de conciencia de ella (awareness), prosigue con una excitación, luego con el reposo y finalmente con el surgimiento de una nueva necesidad.
     Para él esta necesidad iniciaba un proceso de desajuste interno en su organismo y para reconocerlo es necesario ir hacia adentro, procesarlo e identificarlo. Según la Gestalt, el ser humano ha vivido cumpliendo las expectativas, deseos y mandatos de otros, haciendo así una Gestalt incompleta. Explicó la neurosis como un síntoma de maduración incompleta, provocada por huecos en la vida y la experiencia; la persona sana se apartaría más de sus conceptos y prejuicios, confiaría más en los sentidos que integran su experiencia, la cual se da siempre en el aquí y el ahora.
     El individuo es el organismo como su medio, darse cuenta transcurre en la más íntima privacidad. Para Fritz el ser humano es una Gestalt en sí mismo y al mismo tiempo parte de una Gestalt. Creía que el ser humano vivía para lo que era correcto, sin importarle si realmente quería, decía que el ser humano se ha tornado fóbico al dolor y el sufrimiento, evitando lo que no es divertido y agradable, escapando de la frustración. El resultado de este proceder es la falta de crecimiento. Enfrentar la frustración y el dolor lleva a un sufrimiento realista, acompañado de un crecimiento.
Perls se centró en el aquí y el ahora. En el cómo sobre el porqué:
“El hombre se trasciende a sí mismo únicamente por la vía de su verdadera naturaleza, jamás por medio de la ambición ni metas artificiales. El darse cuenta de y la responsabilidad por el campo total por el sí mismo y por el otro le dan significado y configuración a la vida del hombre.”


Desarrollo
Bases de la terapia Gestalt
     Es fundamental para la terapia el uso de la primera persona: el paciente necesita tomar conciencia de sí, sin ocultarse usando la segunda persona (el it, en el lenguaje de Perls), o incluso un sujeto colectivo. Por ejemplo, es habitual que las personas digan "cuando tienes un jefe abusivo, te dan ganas de dejar el trabajo", en lugar de decir "tengo un jefe abusivo y me dan ganas de dejar el trabajo". También al decir «los jóvenes bebemos mucho» en vez de «yo bebo mucho» se hace uso del plural, y por lo tanto se evita tomar conciencia de la responsabilidad personal (confluencia), confundiendo a la persona en medio del grupo.
     El trabajo en terapia Gestalt está fundamentado en el lenguaje no verbal, es decir, el lenguaje corporal y el tono de voz. Frecuentemente, el lenguaje verbal da una información que contradice su expresión corporal. En ocasiones, el paciente trata de justificarse con abundante cantidad de información que le descontacta con la realidad. Cuando hace aparición esta forma inconsciente de controlar la terapia, el terapeuta Gestalt vuelve a conectar al paciente con su cuerpo.
     La técnica de la «silla vacía» (empty chair en inglés) ha sido comúnmente asociado con la práctica de la terapia Gestalt, consiste básicamente en crear mentalmente un personaje con el cual se quiere confrontar algún problema, entonces asumir su rol en su lugar y después contestar en el lugar del cliente con el rol que le pertenece a él mismo. Es el elemento básico para el trabajo terapéutico en este enfoque. Consiste básicamente en poner en evidencia el diálogo interno de la persona. En dicho diálogo se enfrentan, en términos de Perls, el «perro de arriba» y el «perro de abajo»; es decir, todo aquello por lo que nos sentimos oprimidos (a raíz de los introyectos) y el rol con el que nos hemos identificado como víctimas («perro de abajo»). En la práctica dicho perro de arriba puede estar representado por el padre, la madre, el jefe, los amigos, la pareja, etc.
     Durante la terapia con la silla caliente el paciente va pasando de una silla a otra, representando cada uno de los roles y expresando sus emociones, de tal suerte que, esté donde esté, todas las ideas y sentimientos son del propio paciente. De esa forma se logra el principal objetivo de la silla, que es la recogida de la proyección y el cierre de la situación.

Conceptos principales
     La terapia Gestalt tiene el objetivo de aumentar el autoapoyo, en base a aumentar la conciencia del individuo en la responsabilidad que tiene en su propio bienestar. Esta actividad terapéutica se articula en torno a dos formas esenciales de trabajo:
  • ð  El cierre de situaciones inconclusas del pasado («gestalt abierta»), en las que la persona se quedó bloqueada, debido a la interrupción del proceso natural de contacto y retiro.
  • ð  Aumentar la conciencia de sí mismo, en las distintas áreas de percepción del sí mismo: las sensaciones, los pensamientos y los sentimientos. De este modo se logra incrementar la responsabilidad o capacidad de respuesta del individuo ante sus necesidades y la realidad circundante actual.

Se basa en:
  • o   El darse cuenta ("awareness", en inglés): consiste en que el paciente se da cuenta a través de un insight de lo que está sintiendo, pensando o haciendo. Para cambiar una conducta es imprescindible tomar plena consciencia de cuál es la función que cumple en la vida de la persona.
  • o   El aquí y ahora: vivir y sentir la realidad del presente de la persona, sin adjetivos. Para ello durante la terapia frecuentemente se recurre a la conciencia del propio cuerpo.
  • o   No interesa tanto investigar el por qués (pasado), sino el cómo (presente) (¿Cómo me siento? ¿Qué estoy haciendo? ¿Qué estoy evitando?)
  • o   Ayudar al paciente a descubrir la función orgánica de su acción (¿para qué estoy haciendo esto?, ¿para qué me castigo?, ¿qué estoy evitando?), y ayudarle a descubrir que acciones realmente cubren una necesidad y cuáles están orientadas a satisfacer al introyecto.
  • o   Poner en evidencia la interacción entre los mecanismos neuróticos de la introyección y la proyección.


Estratos del yo
     En Terapia Gestalt se entiende por estratos del yo, cinco capas que cubren la naturaleza potencial de la personalidad que deberían de trabajarse en cualquier proceso terapéutico a medida que este avanza. Este concepto fue establecido por Fritz Perls (1893-1970). Según este, la neurosis se desarrolla en cinco estratos fácilmente identificables. Estas cinco particiones neuróticas funcionan como capas que cubren la autenticidad del verdadero Self.
     En el proceso gestáltico de terapia basado en el trabajo hacia una mayor conciencia de uno mismo y del momento presente, cursar el paso para cada una de estas capas supone el camino hacia una mayor consciencia de sí mismo, autenticidad y presencia. Ordenadas de más externa y, por tanto, más artificiales de la personalidad, a más profundas y, por tanto, más auténticas del “yo” son las siguientes:
1.    Estrato del falso yo. Supone la capa más visible de nuestra presencia. Es aquello que aparentamos, nuestra “fachada”, aquello que mostramos ser.
2.    Estrato del "como si". Es nuestro carácter o forma habitual y rígida de actuar.2 Los roles que utilizamos para manipular a los demás, el actuar como si fuéramos esto o aquello.
3. Estrato fóbico. El estrato fóbico supone los miedos ante aquello que desconocemos de nosotros mismos, el descontrol, las inseguridades. Aquello que se evita mostrar a los demás, heridas profundas, pena, dolor, tristeza o desesperación.
4.    Estrato implosivo. En el estrato implosivo, una vez descubierto el estado anterior, se da una sensación de vacío, de falta de energía. El proceso aquí ha tocado fondo. El estrato implosivo supone un punto de inflexión, de cambio, un estado temporal de confusión, inmovilización. Aparecen las crisis de identidad o existenciales. Posterior al estrato fóbico y anterior al estrato explosivo, es el lugar donde se encuentra toda la energía estancada para mantener las capas anteriores. La vitalidad congelada o dirigida hacia nosotros para mantener nuestras defensas.
5. Estrato explosivo. Se expresan las energías estancadas, se detona la autenticidad para dar paso al “yo” verdadero que se mantenía escondido. Se conecta con el gozo, el valor, el placer y aquello auténtico.
El yo verdadero consiste en la sincera actuación del humano, es decir, el actuar plenamente, realizando acciones y expresando sus verdaderos sentimientos, pensamientos, etc.

Mecanismos de resistencia
     Todos los mecanismos de defensa son formas de evitar el contacto que permiten ver el cómo un individuo en particular se impide el contacto con el mundo interno y/o externo. Es a través del contacto como se discrimina lo que soy de lo que no soy y ello implica un equilibrio permanente y dinámico con el medio, lo que implica que la identidad se va a encontrar inmersa en un proceso de transformación continua.
     En la neurosis intentamos desesperadamente permanecer con nuestra personalidad intacta, inalterable, incambiada. Ello conduce a un intercambio con el medio que es insuficiente, lo cual provoca una sensación de estancamiento, de no fluir. El carácter neurótico evita el contacto y por ende evita la transformación, el desarrollo y el crecimiento.
     El organismo se autorregula por ciclos sucesivos de siete fases (reposo, sensación, formación de figura, movilización de energía, acción, contacto y reposo). En los espacios interfaces pueden ocurrir autointerrupciones para evitar dolor, sufrimiento, no sentir, no vivir, etc. Fritz Perls junto a su esposa Laura describieron hasta cinco mecanismos:
1. Proyección (Fritz Perls). se da entre la sensación y formación de figura, transfiere lo que uno siente o piensa, pero que por motivos de diversa índole no puede aceptar de sí mismo, a los demás, por ejemplo odiar es malo, el niño odia a su padre, pero como socialmente no es aceptable, se enajena de ese sentimiento y culpa al padre diciéndole tú me odias. Este se da entre la sensación y formación de figura.
2. Introyección (Fritz Perls). Aquí la persona “traga todo lo que le dan sin masticarlo lo suficiente”, las influencias externas son engullidas sin hacer las necesidades críticas y selección de acuerdo a sus necesidades personales, sufre una congestión de mandatos, ordenes, influencias, incuestionables que cumplen una función parasitaria que la persona asume como propios. La Introyección impide el libre flujo de los impulsos y la satisfacción de las necesidades, las palabras comunes en este mecanismo son el “debo” y “tengo que”. Se da entre la formación de figura y movilización de energía para la acción.
3. Retroflexión (Fritz Perls). Es el opuesto a la proyección, la persona no se atreve a actuar sus deseos o impulsos por la acción nuevamente de los introyectos así que se los dirige a sí mismo, se autoagrede reprimiéndose, desarrolla trastornos psicosomáticos, se desvaloriza, es como una persona que arroja un ladrillo que tiene una liga pegada, entonces el ladrillo arrojado jamás llega a su objetivo, sino que por el contrario se regresa hacia el que lo arrojo haciéndole daño. Se forma entre la movilización de energía y la acción.
4. Deflexión (Laura Perls). Establece un contacto frío, inocuo no amenazante, como si tocaran las cosas con guantes para no sufrir daños, es la expresión atemperada de las emociones, hacerlo educadamente no se insinúa, se ironiza o se hacen chistes, no se reclama o lucha por lo propio, se resiente no se ama, no se estima, a nivel verbal es bastante claro, falleció por murió, hacer el amor por fornicar, otras formas son hacerse el cínico, indiferente, intelectual, racionalizarlo todo. Su frase tiro la piedra y escondo la mano. Se da entre la acción y contacto.
5. Confluencia (Fritz Perls). La persona para ser aceptada o para no entrara en discusión se mimética a ellas, debilita los límites de su yo, para fusionares al otro, se adoptan sin critica, sin cuestionamiento, sin decisiones, sin ideas propias, se adopta una postura de vida cómoda, siempre está de acuerdo, son personas sin carácter y con una personalidad pasiva. Su frase es “acéptame, no discuto”. Se da entre la acción y contacto.

Los sueños
     En el enfoque gestáltico, los sueños se entienden como proyecciones de la personalidad del soñante y del dominio de su experiencia. Se trata de un sector de la experiencia que no ha sido asimilada y se proyecta en las imágenes oníricas como mensajes existenciales. Aunque los elementos del sueño representen imágenes ajenas, deben tomarse como expresiones que nos pertenecen, pero que están desprendidas de nosotros.
     Los sueños, como toda experiencia, deben ser experimentados, no explicados. El soñar es un proceso pasivo, por eso los sueños permanecen separados de nosotros, como ajenos, sin que utilicemos su energía. Son experiencias reprimidas, “inocentes”, que por motivos diversos no se constituyen en figuras mientras estamos despiertos. Al experimentar los sueños con las técnicas gestálticas, el rol pasivo se transforma, y se convierten en “algo que hacemos”, pudiendo asumir nuestra responsabilidad en ellos.
    Las técnicas empleadas en el trabajo con los sueños, son las que se usan en terapia grupal o individual: traer el sueño a nuestra realidad, narrarlo en primera persona, en primera instancia tal cual sucedió, y en una segunda, centrándose en los elementos que van apareciendo.
     Le corresponde al soñante ser cada elemento de su sueño, por ejemplo si sueña con un automóvil veloz, él es ese automóvil, en todos sus detalles, su velocidad, el tapizado, etc., y representar todos los componentes, y sentirlos, de forma de entenderlos y a la relación que tienen con su vida.
     El terapeuta se limita a escuchar atentamente en la primera instancia, y luego a guiar al paciente por el sueño para que se detenga en las partes significativas para que las vivencie. Son las gestalt inconclusas, lo que el paciente experimenta o se niega a experimentar, están los puntos que pueden significar aportes para su vida.


 Conclusión
Considero que la Gestalt vino a consolidar a la persona como un todo en donde el comportamiento, los sentimientos y la conciencia están interconectadas, dando como resultado que la alteración de una de estas partes desencadenarían una Gestalt inconclusa y por ende la presencia de alguna perturbación en la psique del individuo.
La silla vacía realmente es una herramienta muy útil dentro de la terapia, en mi experiencia como profesionista simplemente se tiene una línea como límite y esta es la imaginación, ya que hay muchísimas formas de aplicarla. El objetivo es confrontar al individuo con su proyección sobre la concepción que tiene esté del mundo, por ello es importante recuperar estas proyecciones y hacer responsable a la persona por aquellas cosas que está enajenando de sí mismo, y así logre diferenciar entre quien es y hasta donde llegan sus límites para con los demás.
El objetivo de cualesquier técnica que se aplique dentro de la terapia Gestalt es lograr que el sujeto tenga un cierre en aquellos círculos que haya dejado inconclusos por alguna situación, ya sean decisiones que causan ansiedad a una persona o duelos en donde al no llevarse el proceso adecuadamente han comenzado a causar perturbaciones psicosomáticas.
Es imprescindible tener en cuenta que los mecanismos de resistencia serán para una persona el salvavidas que los lleve a evitar todas estas confrontaciones tan necesarias para poder llegar a un estado de relajación. Sin embargo, hay que recordar que así como son un salvavidas no siempre son del todo buenos para las personas, porque son estos mecanismos los que alejan a la persona de su “yo verdadero” confrontándolo en diferentes grados con su “yo ideal”.


Elegí desarrollar este tema debido a que me gusta mucho esta rama de la psicología, me identifico mucho con su filosofía y también me parece que es algo necesario para las personas que hoy en día viven tan enajenadas de sí mismos como del mundo en el que conviven y se desarrollan.
Para comenzar este trabajo primero reuní varios escritos que tenía al respecto de cursos que había tomado, así como información de internet y un libro que tengo sobre la terapia Gestalt.


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